Murcielagos En Casa

                                                  

La palabra MURCIÉLAGO tiene raíces latinas y significa ratón ciego alado, en el español antiguo se conocían como murciégalos; los ingleses los llaman: flying mouse que significa ratón volador y en China  se conocen con las palabras: sein-shii que traduce ratón celeste.
Los murciélagos son los únicos mamíferos que efectivamente vuelan y es el único animal que en su nombre lleva las cinco vocales. Existen muchas clases de murciélagos que se han reconocido y estudiado dependiendo de su tamaño, su color y sus hábitos, los más temidos son los llamados vampiros que inundan nuestros campos y son el azote de animales como cerdos, aves, vacas, caballos y hasta ratones  por que se alimentan de su sangre, afectando su salud y dejando pérdidas sensibles a los propietarios por la reducción de  su producción, y esta se reduce por la anemia que llegan a desarrollar y por qué las heridas que dejan al morder son vías de acceso para parásitos y otras enfermedades como la rabia de la que los murciélagos son portadores casi permanentes. Los animales que son víctimas de los vampiros sólo siente una pequeña molestia inicial, porque los murciélagos vampiros poseen en su saliva un anestésico que no permite que los animales sientan dolor y así, noche tras noche, vienen y se alimentan de sangre en la misma víctima y en la misma herida de la noche anterior.
Pero estos daños son sólo de esta clase de murciélagos hematófagos (alimentarse de sangre), la gran mayoría de ellos son frugívoros e insectívoros, además consumen néctar  y polen de las flores. Esto hace que los murciélagos sean en su gran mayoría considerados por los científicos y estamentos del estado como seres que benefician enormemente el planeta ya que ayudan a la polinización de muchas clases de plantas y lo más importante que consumen una gran cantidad de insectos dañinos para los cultivos, reduciendo enormemente la pérdida de cosechas y el uso de insecticidas como los famosos nicotinoides que tienen en vía de extinción a las abejas. Los murciélagos viven entre cuatro y diez años, según la especie (cómo les parece!) son vivíparos o sea paren como las vacas aunque en la vaca la gestación se demora nueve  meses y medio, y en  el murciélago hembra solo 35 días, además las vacas solo tiene un parto gemelar entre cien, pero la "miercielaguita" tiene entre uno y cuatro bebés por parto, los murciélagos hembras sobresalen en el reino animal por su gran habilidad materna,  los primeros días cargan sus bebés a todos lados pegados a su cuerpo, inclusive cuando salen a cazar, y sólo los descargan en su casa cuando el peso es demasiado apremiante para su desplazamiento aéreo, pero para ese momento los riesgos de muerte son mínimos por que los bebés están gordos,  ya que casi siempre están pegados de una de las tetas de mamá, o sea no tiene que pedirla ni llorar como le tocaba a uno (o como toca hoy en día también), entonces la tasa de mortalidad es muy baja, todo lo contrario que le sucede a los niños de la Guajira y el Chocó.
Los murciélagos no son ciegos como se creía popularmente, y aunque no tiene una visión muy desarrollada, si poseen un sistema conocido como eco-localización que determina con base en hondas, la distancia de los objetos y los seres vivos que los rodean, por esto vuelan y hacen rápidos movimientos piruetas aéreas y las hacen con pasmosa precisión, por esto son verdaderos pilotos nocturnos, además el 90% de sus presas las atrapan en pleno vuelo. La alimentación está basada en altos niveles de proteínas que es de lo que están conformados la gran mayoría de insectos y su bebida predilecta es nada menos que el néctar de flores, que es una de las fuentes más ricas de energía y minerales de la naturaleza, en gran medida esta alimentación es la base de tan buena reproducción y lactancia, y naturalmente del fuerte olor de sus fecales que se conocen en inglés como Watgano. Como dato curioso los murciélagos todo lo que se les mete a la boca lo chupan, de niños el Monito y yo nos íbamos para la casa del Dr. Aníbal Cañas y en compañía de sus hijos cazábamos murciélagos con golpes de cartón, la mayoría de las veces no se morían sino que quedaban "tontos", entonces los abríamos de las alas y los poníamos a fumar.
Los estudiosos del tema y los ambientalistas tienen a los murciélagos dentro de los más útiles y necesarios en la naturaleza y naturalmente las razones son valederas y de peso, pero como todos "hablamos de la feria según como nos vaya" para mí los murciélagos son unos hijueputas y lo digo con conocimiento de causa por que los conozco hace más de cuarenta años y los he estudiado y combatido durante los últimos diez años. La conclusión la voy a dar desde el principio NO HAY NADA QUE HACER CONTRA ELLOS¡ son privilegiados para sobrevivir por: su gran capacidad de adaptación y de extrema resistencia , son prolíficos, son muy longevos, son mansos y esto ha hecho que no entrarán en el exterminio como las culebras, los humanos no los comen, vuelan,  y todo el que vuele tiene ventajas y si sólo lo hace de noche tiene más, aunque también vuelan perfectamente de día cuando son presionados!, son muy flexibles, al punto de pasar por una cornisa de un centímetro y donde pasa uno lo siguen cientos ya que son extremadamente gregarios y por tener uno de los olfatos más desarrollados de la naturaleza perciben los olores corporales y fecales de sus compañeros y allá  llegan. Éstas son algunas de las razones por las cuales es un enemigo difícil de combatir; y ustedes dirán: por qué hablo de enemigo? y por qué lo combato? Aquí está mi dura historia.


Los ambientalistas hablan de que los murciélagos habitan las casas de las personas por que su hábitat natural está siendo acabado o modificado, pero esta es una verdad a medias, porque conozco selvas donde la única casa que hay es la de una mina o una finca ganadera o un cultivo y los murciélagos abandonan  su entorno por ocupar la casa, y si la casa es de palma son felices y si es de teja son dichosos y si es de eternit son gloriosos y si es de zinc copulan y copulan maravillados, no les choca ni les fastidia nada!. Los fabricantes de kioscos de la costa recomendaban para cubrir los techos una maleza de los pastos que se conoce como vende aguja, que porque ahí no se instalaba el murciélago a vivir, ya que las hojas tiene unos pequeños chuzos que hieren el murciélago, falso!  Estas construcciones de vender aguja las he visto repletas de murciélagos, y he visto tomar las más curiosas medidas contra ellos, como dejarles el equipo de sonido toda la noche a todo volumen, o prender debajo del Kiosco una fogata donde se prenden hojas de olor fuerte y mentolado con eucalipto y ruda, pero nada, nada los ahuyenta. Después de que los murciélagos lleguen ningún techo se escapa, lo único es no dejarles ni la más mínima rendija, de lo contrario ahí se quedan de por vida, y si su construcción es de palma o vende aguja, la única solución clara y definitiva contra el murciélagos quemar la construcción. La casa de la Luisita en Caucasia tiene 424 metros o algo más si sumamos los aleros, inicialmente se hizo con teja de barro, tela asfáltica y tablilla, para reducir el impacto del fuerte sol; sus techos son altos y hechos con maderas y materiales de muy buena calidad. Empezamos a vivir en ella el 25 de mayo del 2005 y por hay a los cinco meses empezamos a sentir a los murcielaguitos! En sus noches de amor, yo creo que Los Chalets, El Bosque y Sol y Luna juntos no ha tenido en 20 años la actividad sexual que tuvo mi techo en al quinto mes de instalado, además no conozco un animal que exprese con más intensidad los ruidos y chillidos del amor como los murciélagos, que hijueputas!, pero bueno,  el ruido del aire acondicionado, el ventilador y los pocos y escasos ruidos de amor que se generaban en el cuarto donde dormimos, acababan por disimular los de los murciélagos y francamente nos fuimos adaptando. Los meses pasaron y los murciélagos nos invadían cada día más con una reproducción pasmosa y envidiada por mis vacas y mis gallinas. Como a los dos años de hacer la casa y de sentir los ruidos en el techo, vimos unas tiras negras en las camas y me dice mi mujer "Amor que será esto? Y yo le dije uumm popo de murciélago!  Y luego me dije: cómo es posible, esta casa tan fina y bien hecha la tienen invadida los murciélagos? ni riesgos hay que acabarlos! Conseguí un producto agrícola sumamente fuerte y perverso se llama Thiodan,  como será que está prohibido su uso en Colombia, yo había oído hablar de él, porque mi compadre KY me lo recomendó una vez que tocamos el tema sobre los murciélagos, pero como teníamos esa casa tan nueva y fina no creí que me fueran a hacer daños y además me daba mucho pesar matar los animalitos. Conseguí el Thiodan con dificultad en Medellín, traído de Ecuador, inclusive fue caro comparado con el precio otros productos parecidos, pero a la vez barato para el servicio que me iba prestar. El día de la fumigación nos fuimos de la casa y dejé un hombre encargado del trabajo  de fumigar los techos, ataviado eso sí con tapabocas, manga larga y bomba además de esto era experto en ese tema. Llegamos en la noche después de la fumigación que terminó al medio día y se sentimos aún  el "aroma" del veneno  y además se veían decenas de murciélagos muertos alrededor de la casa, al igual que unos pollos que no tuvimos la precaución de encerrar; murieron también arañas, lagartijas y grillos y me imagino que avispas y hasta el putas que hubiera estado por ahí; ese veneno es bien fuerte, confieso que sentí un poco de pesar, pero no tenía otra opción;  era sacar los murciélagos o tener a mi familia bañada en "Batgano"para no decir bañada en mierda. Al día siguiente ni un solo murciélago se veía salir a la hora típica de ellos que es las 6pm. Ni uno! Y me dije: que pesar pero bueno ya salí de esto, además yo hice esta casa con mucho esfuerzo para mí y mi familia no para los murciélagos. A los dos días casi nos enloquece el olor a mortecina, que cosa tan horrible, nos tapábamos la nariz y nos ardían los ojos, pero que será eso? Nos preguntábamos. Claro! Los murciélagos que murieron en el techo, se están descomponiendo y quién los baja? Nadie! Aguanté tres o cuatro días de olor que eso pasa; y así fue. A los tres días todo estaba consumado.

Pasaron por hay dos meses cuando empezamos a sentir nuevamente los chillidos del amor y de los bebés, uuuyyyy amor otra vez esos putos murciélagos¡ bueno, pero el ruido lo seguimos mimetizando con el aire acondicionado, el ventilador y los ya muy escasos sonidos de amor del cuarto matrimonial. Lo importante es que no caía popo, ni olía a nada, entonces pasamos otros meses desapercibidos del problema. A los meses empezó de nuevo el ataque y ahora con más intensidad, más ruido y ya caía popo en los corredores, entonces empecé a investigar y me dijeron: la salvación de los murciélagos es la Naftalina, que ahuyenta cucarachas, ratones, pulgas, chinches, suegras... Tiramos bolas de Naftalina como lluvia, pero parece que estos hijueputas se las echaban de desodorante roll on porque para nada les sirvió, se les puso luces, lámparas, se les hizo rezos... En fin de todo, pero nada servía. Llamé a Santander mi oficial de confianza y uno de los constructores de la casa, de lo mejor que he conocido como persona, como maestro de construcción, como cazador, como eléctrico, sabe de todo y le dije sobre el problema y sobre la fumigada y de que ahí estaban de nuevo los animales estos, el hombre anduvo por los alrededores y al rato me dijo: vea,  el nido de esos murciélagos está ahí en ese "box culvert" una obra civil debajo de la carretera, un túnel hecho de tubos por donde corre el agua y es como de 1.50 metros de altura, que está a unos sesenta  metros de la casa. Fuimos hasta allá y como era de día estaban todos los murciélagos reunidos, la verdad me impresioné de la gran cantidad, habían miles!, el maestro me dijo: aquí no hay que botar veneno, solamente les tapamos una de las entradas y le regamos cartones rociados de  gasolina en el piso, nos salimos, se prendé y de inmediato se tapa el otro lado y no queda ni uno. Yo lo pensé, pero le dije: no maestro yo no soy capaz de esto, yo los fumigué porque estaban en mi casa, y no eran tantos, pero aquí no, esta no es mi casa, ni tengo mi familia aquí en este hueco, me muero del pesar. Déjemelo así.
A los días estuve en una finca del llano, que tiene una casa más pequeña que la de La Luisita, y pregunté por qué las tejas estaban pegadas entre sí, el administrador un hombre muy convincente y serio, me dijo que lo hicieron para evitar el ingreso de los murciélagos al techo, que lo único que les había servido era tapar todos y cada uno de los espacios de las tejas con una mezcla de cemento y Pegacor (pegante de baldosas).
Yo sí vi eso complicado porque son miles las tejas del  techo de La Luisita, pero me pareció muy bueno el argumento y a los días contraté el proyecto. Eran tres muchachos sellando con esta mezcla de cemento y pega baldosa,  TODOS Y CADA UNO de los cuatro lados de las tejas de barro. Aparte del trabajo y el costo que implicaba, estaba otro atenuante que era el peso con el que quedaría el techo y del que me percate cuando trajeron una volqueta con arena de pega, fuera de diez bultos de cemento y diez sacos de diez kilos c/u  de pegacor. Pero bueno el maestro dijo que la casa tenia suficiente capacidad que eso no era nada. Ese trabajo se hizo en veinte días y en un fuerte verano, pues era la época ideal. Cuando terminaron me dije uuuffff Por fin!! Bueno se gastó la plata, se le puso peso al techo, pero el fin justifica los medios. Adiós murciélagos ahora si quedaron listos, a buscar su verdadero hogar que son las cuevas, los huecos y los "box culvert". Me sentí tranquilo y feliz de haber superado este problema que de verdad es muy complejo y aburridor, porque aparte del ruido y el deterioro del techo está el mal olor y el riesgo de contraer enfermedades principalmente para los niños, yo creo que de los olores fuertes que hay en la vida es la mierda y la orina de los murciélagos. Disfrutamos de la tranquilidad como dos años, hasta cuando empezamos a sentir de nuevo los chillidos y los ruidos típicos de sus fuertes uñas sobre la tela asfáltica, que es a la vez como forrada en una lana que la hace muy ideal para ellos desplazarse y hacer sus nidos. Nos miramos Liliana y yo una de las mañanas que sentimos sus chillidos, y le dije: que vamos a hacer con estos putos animales,  eeee!, lo cierto del casos es que el fuerte calor hizo que finalmente la mezcla del cemento y el pegacor se separara, dejando pequeñas rendijas que los murciélagos empezaron a ampliar con la ayuda de sus garras y finalmente pudieron entrar, sólo basta con una entrada para que ellos invadan todo el techo, ellos se comunican y se advierten sobre peligros y acceso a comida o alojamiento, nos volvimos a llenar, a los pocos meses y en la casa empezaba a verse en ciertos sectores las tiritas de las fecales.....
En una visita para palpar unas búfalas en Ayapel visité una finca con una casa muy grande, mucho más que la Luisita, por esos días estaba investigando a todo el mundo para ver que hacía con mi problema, me daban muchas ideas de las cuales la mayoría ya las había hecho sin éxito o sabía que las habían hecho en otras casa también sin resultados positivos, había recomendaciones como rodear la casa de campañas, pues los murciélagos se confunden y se desorientan con las ondas del tañido de la campana, otra era poner reflectores señalando el techo para encandilar a los murciélagos, poner un aparato importado que generaba unas ondas que los mareaba y los hacia perder la ubicación, montar a los techos ramas de vegetales llenas de chuzos como las del limón swinglea o las de la zarza, para que los murciélagos rompieran sus alas al salir a volar, poner leche vinagre en el techo, ese lo descarté a la primera porque me imaginaba  el olor de la leche podrida asociada con la mierda y la orina de este bicho en combinación con los 38 grados c. Que a veces sube la temperatura en Caucasia, me recomendaron hasta unas medallas de un santo y bueno penca sabía y muchas otras cosas..., ese día en Ayapel le pregunté al administrador de la finca si allá en esa casa  habían murciélagos y me dijo: que antes habían muchísimos y dijo que: "teníamos un grave problema y lo resolvimos poniendo en el techo hojas zinc en vez de tela asfáltica, y sobre las láminas,  la teja de barro". Cómo? Láminas de zinc!. Nos subimos a una escalera, retiramos unas tejas y claro ahí estaban las tejas de zinc y el techo inmaculado y libre de murciélagos; me dijo que llevaban casi un año felices de no tener ese olor nauseabundo y de no tener las paredes chorreadas de orina y de no tener que volver que recoger todos los días  de las camas y el comedor materia fecal de murciélagos. En conclusión encontré la solución y esa sí me pareció una forma clara y efectiva, por la noche hablé con mi mujer y tomamos la decisión, de arreglar el techo nuevamente. Por estos días nos habían aprobado el único préstamo bancario que he hecho en mi vida, entonces había con que cubrir los gastos y máxime para una causa tan justa y necesaria.  La primera y dura tarea fue quitar las tejas una por una, con el engorroso proceso de separarlas del pegante de cemento y pegacor del último trabajo, cuidando de no quebrarlas, y tirando los escombros a un lugar específico, luego despegando la tela asfáltica y barriendo mierda y sacando murciélagos, esa labor duró como seis  días, se recogieron dos volquetes de escombros y el pobre techo descanso del gran peso que tenía. Sólo sentí un poco de pesar por los bebés de murciélagos que morían a los pocos minutos por el fuerte sol de Cauca. Siempre hubo que cambiar unas 1.800 tejas que se partieron y naturalmente se compraron como 250"láminas de zinc y una gran cantidad de clavos y de tornillos para finarlas  al techo, sin contar con la mano de obra y la comida de los obreros, el gasto fue alto, pero nuevamente la inversión era imperativa, era para la tranquilidad y la salud de mi familia, que incluye las visitas de mi gente y de la gente de Liliana. Ese trabajo duró más o menos un mes, con todo la incomodidad que esto conlleva, porque no era un bombillo el que se estaba cambiando, era un techo de 424 metros, no era un juego y lo peor es cambiarlo con la casa habitada! Pero bueno al fin salíamos de ese problema de una forma radical, empezando por que el desplazamiento de los murciélagos iba a ser muy difícil, y los niveles de calor del zinc hacían inhabitable ese techo para cualquier ser vivo. La casa quedó hermosa porque mucha teja se puso nueva y además la casa estaba recién pintada y es una casa muy fina y bien parada y bueno sin murciélagos estaba ya todo al pelo, felices¡.
Felices,  hasta unos tres años después que empezamos a sentir de nuevo la pasión de los murciélagos, como siempre, los ruidos, los chillidos y ya por estos días las tiritas de fecales y el polvo empezando a caer del techo. Uummmm que vamos a hacer... Mandamos a subir a un trabajador y  luego lo hice yo y descubrimos que el zinc, estaba podrido producto de los altos niveles de urea que posee la orina del murciélago y como no está al medio ambiente entonces no alcanza a secarse rápido y la orina lo corroe. Otra vez tenemos el problema a flor de piel, pero otra vez tenemos una solución y estoy seguro de que esta vez sí lo vamos a lograr, mañana lunes 18 de agosto/14 empieza Santander a cambiar el techo completamente, nos garantiza inclusive que no entrará ningún murciélago y que saldremos ahora sí de este problema, el nuevo techo se llama TECHOLINE  y al parecer es una panacea en techos, la inversión es alta y el momento muy difícil para hacerlo, pero esperar más es peor, una casa con más de nueve años y sin una sola falla en ninguno de sus componentes, donde lo único que se le ha hecho (a parte de lo de techos) es pintura y que nos ha dado tantas satisfacciones y donde hemos vivido felices y que se ha valorizado tanto, no se puede abandonar, los murciélagos no nos van a hacer huir y nosotros no los vamos a matar, lo único es un que nunca dejé disfrazar mis hijos Jaime y Luisa ni de Batman ni de Batichica.
Los problemas se enfrentan y se superan, de eso ESTOY SEGURO.

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