Este escrito se lo dedico a una de las mujeres que más quiero, que más admiro y que más me ha enseñado y ayudado, ella tiene entre sus muchas virtudes amar los perros enormemente, los suyos y todos los del mundo; mi hermana Patri, o Estela como la llaman los demás, que hoy está mejorando de una baja en su salud y que viene de nuevo a llenarnos la vida con su amor y energía.
LOS PERROS, PERROS SON
Ayer llegué a mi casa muy cansado de trabajar en el proyecto de apicultura y al bajar de la moto sentí como siempre el efusivo saludo de mis dos perras, su calidez, su emoción al verme, su perseverancia en perseguirme mientras yo acomodaba las cosas que traje, desesperadas esperando mi respuesta, me perseguían dando pequeños ladridos y chillidos, me lamían y me miraban ansiosas hasta que las pude saludar con las palmadas y las palabras a las que las tengo acostumbradas, y ya como que descansaban y se sentían reconfortadas. Me saludan con igual emoción al llegar, así haya salido solo unas horas, lo mismo si salgo dos o tres veces en el día ellas siempre están dispuestas a homenajearme con brincos, ladridos y cabriolas, cada vez que regreso. Como las enseñé a alejar las gallinas del rededor de la casa entonces cada vez que llego persiguen afanosamente la desgraciada gallina que se encuentre cerca, para demostrarme su obediencia y afirmar que están sintonizadas con mis deseos. El saludo de mis perras me reconforta y me anima; diario con el mismo amor, con la misma sinceridad, con el mismo entusiasmo, es una demostración constante de amor, de agradecimiento y de fidelidad. Mis hijos y mi mujer también me saludan y me quieren es verdad, pero no en esa forma tan desaforada. Además mis perras no están pendientes de pedirme permisos o plata y no se preocupan por los sobregiros y las modas, y esto hace ya una gran diferencia.
Los perros fueron domesticados por el hombre hace más de dos mil años y desde entonces han hecho parte de nuestra vida y nuestra historia, nos han acompañado y han llenado nuestra existencia de alegría, de afecto, de calor y en muchos casos han sido y son guardianes fieles y estoicos de personas, viviendas y empresas llegando inclusive y sin mucho alarde a dar la vida por cuidar su amo y sus pertenencias. Los perros San Bernardo son entrenados para rescatar personas que se pierden o accidentan en la nieve y han salvado miles de vidas sacando personas heridas de profundos canales y llevando siempre en su cuello el curioso barril de coñac para sacar de la hipotermia a personas necesitadas, los perros cazadores que hoy se usan más por deporte fueron en su momento el sustento de miles de familias a las que les rastreaban e inclusive les traían las presas del monte para que se alimentaran de ellas, y no sólo son los perros especialistas de caza, casi cualquier perro está en la capacidad de rastrear y perseguir presas. Son reconocidos los perros pastores Australianos por su gran capacidad y facilidad de aprendizaje para el manejo de vacas y ovejas al punto de separar y llevar hasta la casa un número determinado de animales sin dejarlos perder el rumbo. Otro ejemplo son los perros que han prestado sus servicios en la policía de todo el mundo encontrando drogas o dinero en aeropuertos o inmensas bodegas, o localizando muertos en terremotos o inundaciones por medio de su olfato maravilloso, por todo esto han dado un gran aporte a la sociedad, además de los entrenados para perseguir y atrapar delincuentes, para rescatar a bañistas en ríos y mares, para llevar y traer objetos de valor en grandes distancias etc etc. Fuera de éstos los que son utilizados en circos haciendo malabares y caminando en cuerdas, los perros maravillosos que son lazarillos amables que comparten su vida y la hacen feliz a personas invidentes, los perros galgos utilizados para competir en emocionantes carreras o para cazar conejos a grandes velocidades, no son menos valiosos los perros que acompañan por años a vagabundos o drogadictos dando importancia y alegría a la desgraciada vida de estas personas.
Los perros han hecho historia al caminar al unísono con el hombre durante muchos siglos, recordemos a Laika la perra Rusa que fue y regresó a la luna en programas experimentales de ese gobierno, o Lassie la perra de raza pastor colli que hizo centenares de programas de televisión y se hizo famosa en los setentas o de Rintin tin el perro policía que fue tan reconocido y alegró la vida de millones de jóvenes por medio de la televisión, las historias de perros son por miles en el mundo y han sido la base de inspiración de películas y libros. Pero en general y en los miles de hogares con perros los hemos desdibujado, hemos distorsionado su "uso" pienso que le damos al perro un manejo erróneo y lo sub utilizamos. Primero que todo en muchos casos lo humanizamos al punto de dormir con ellos, de besar su boca, de cargarlos constantemente, de celebrarle cumpleaños, partirle torta o inclusive casarlo en una ceremonia. El perro de hoy en día en la mayoría de los casos es indisciplinado, mal criado y por eso no obedece no hace caso, es dañino, no es celoso y vigilante de su amo. Todos los perros se deben educar o por lo menos intentar educarlo como hacemos con las personas, no al mismo nivel nuestro, naturalmente, pero si educarlos. Los perros tienen una maravillosa capacidad para entender y memorizar, y todos deberían aprender siquiera lo básico como sentarse, quedarse quieto en un sitio, comer cuando se le indique, hacer sus necesidades en el sitio que les destinemos y callarse cuando le ordenemos; pero no, los perros en general son indisciplinados y mal enseñados; caminan desbocados halando al que los lleva del collar e inclusive lo arrastran, ladran sin parar y hacen caso omiso cuando se les pide que se callen, comen cuanta porquería se encuentren a su paso como vómitos, sobras de comida, aguas sucias e inclusive fecales de otros animales. Todo esto porque al perro no se le enseña y la gente en general no se propone a enseñarles o a consultar como se les educa. Casi nadie explota ese gran potencial de aprendizaje de los perros y pierden la oportunidad de gozar de todas esas satisfacciones que nos pueden dar los perros con una educación siquiera básica. Lo que hacen es levantar unos animales estúpidos que han perdido el rumbo y hasta sus instintos, que comen de todo en forma desaforada, que no dejan de ladrar cuando se les indica, que se suben a todos los muebles y que destruyen todo lo que esté a su alcance. Los perros con pequeños entrenamientos dan la mano, se hacen los muertos, se sientan cuando se les indica, se suben o se bajan a un muro o silla, no reciben comida de extraños, ladran o callan según usted los dirija, se retiran del sitio que usted les ordena, sacan las gallinas del perímetro de la casa, ayudan a capturar presas y recorren con su amo larguísimas distancias y lo hacen en forma disciplinada sin afanes y sin perder su rumbo. Y con entrenamiento especializado hacen cosas increíbles cómo cuidar niños al punto de atacar ferozmente al que se les acerque, reconocen las diferentes drogas, traen y llevan cosas con su boca, atraviesan ríos para llevar y traer encomiendas, vigilan celosos pertenencias que se les encomienden, van a la tienda llevan la nota del pedido y regresan a casa con lo que se encargó y hacen muchísimas cosas más! pero casi nadie los entrena, casi nadie les enseña, los llevan a los hogares y se los dan a los hijos de cumpleaños o de traído de navidad y ahí se quedan, y lo único que les ponen es el nombre que muchas veces ni lo atienden porque no se les repite con cariño y perseverancia o lo entienden y lo atienden después de meses o de años que por la misma inteligencia del perro llega a la conclusión de que "ese debo ser yo". En muchos casos el perro llega a la casa solo como un juguete de distracción de un niño pero no tiene las atenciones y la educación que debería tener para que no sufran los dos, o no le dan la comida en su cantidad o en su calidad ideales o le dan demasiada, o duermen con el perro en la misma cama o lo dejan afuera a merced del frío y del viento, o lo besuquean y lo cargan todo el tiempo o lo patean y lo mal tratan diario. Los dos extremos perjudican el perro, pienso que los perros no son personas y como tal se deben manejar como perros. No quiero entrar a dar las indicaciones ideales para tener y manejar los perros porque este escrito no es manual para ese fin, ni pretendo que los perros no sean amados al punto de dormir con ellos en el cuarto e inclusive en la misma cama, lo que pretendo es expresar mis experiencias con ellos a través del inmenso amor que les tengo y de las vivencias que he tenido con ellos, que no han sido pocas. Empiezo por decirles que con los perros no se debería dormir, o por lo menos no en la cama, de pronto en un día de playa o de campo no es malo que hagas con tu perro una siesta, pero no en tu propia cama porque los perros cuando defecan no se limpian el ano y por ende pequeñas y a veces grandes partículas de materia fecal quedan al rededor de él y naturalmente se van a contaminar tus sábanas y cobijas, a los perros no se les lavan los dientes o por los menos no al 99.9% de ellos, entonces ellos mantienen unos niveles de bacterias y contaminaciones altas en su boca, porque ellos comen en ocasiones muchas cosas sucias, ¡sí! todos los perros lo hacen, además limpian sus genitales con su lengua y se mordisquean la piel cuando les pica y con los dientes revientan pulgas y garrapatas y chupan el semen excesivo que producen en caso de ser machos y lamen las secreciones que salen hasta la vulva desde sus órganos reproductivos en caso de ser hembras; entonces las bocas de los perros son contaminadas, además los oídos producen cerumen y la piel suelta pelos en gran cantidad y muchas cosas más! los perros no se lavan las patas para subirse a la cama y naturalmente contaminan, los ojos de los perros al igual que nosotros; bota lubricación y producen legañas, otra cosa preocupante es que los enseñamos a dormir en las camas con la calidez y el amor de nuestra compañía y cuando ya son adultos o ya pasaron la enfermedad o ya tuvieron los bebés que son algunas de las razones por las que dormimos con ellos, y de nuevo y en forma intempestiva los sacamos a dormir fuera de nuestra cama, entonces ellos sufren y se confunden por el cambio repentino y desagradable que tuvieron, pero en la primera oportunidad que tengan instintivamente se suben nuevamente a la cama, y la desatienden, la orinan para marcar "su territorio", la llenan de pelo, se suben cuando hay un bebe durmiendo etc. etc. e inmediatamente los dueños les pegan... y los perros se confunden y sufren.
Los perros deben tener sus propios espacios que deben ser muy limpios y abrigados para las tierras frías y muy limpios y ventilados para las tierras cálidas, deben tener mucho amor para ellos pero a la vez mucha disciplina, no deberían pasar más de ocho horas al día encerrados o amarrados, deben tener agua limpia y fresca permanentemente, se deben bañar cada veinte días o según les indique el Veterinario que deben visitar por lo memos dos veces por año. Los perros deben hacer ejercicio diariamente o por lo menos dos veces semanales. La comida en mi concepto debe ser variada, no comparto el uso exclusivo de alimentos concentrados para los perros, pienso que sería una vida desgraciada, los concentrados son un excelente recurso alimenticio para los perros, a los míos no les falta porque en los concentrados está la fuente de sus necesidades nutricionales, además es hecho y formulado por expertos para suministrarles a nuestros perros una sana nutrición según su raza, su edad y su actividad inclusive. Los concentrados son un maravilloso invento para alimentar los perros porque nos hace más fácil su manejo y más eficiente su nutrición. Pero les guardo desconfianza, como le guardo a todos los alimentos que nos son frescos, todo lo que tenga preservativos y conservantes me parece poco saludable aunque no soy experto en el tema. Sin tener estadísticas claras, me parece que se enferman más los perros de hoy que solo comen concentrado, que los de antes, o los que hoy no lo consumen. Además creo que los perros al igual que nosotros los humanos debemos comer de todo para disfrutar la vida y sus placeres, o ¿por qué las personas no creamos un concentrado para nosotros? ¡Sí! un producto de igual sabor, color y olor que llene todas nuestras necesidades y que además tenga los aminoácidos esenciales y los antioxidantes que nos hagan vivir más tiempo y en forma más saludable y que no comiéramos sino única y exclusivamente ese concentrado todos los días, los meses y los años de nuestra vida?, ¿ Por qué el hombre no ha diseñado o inventado y masificado un producto de estos? Sencillamente porque nadie lo usaría o por lo menos no para comerlo siempre y por el resto de nuestras vidas! porque nadie quiere perderse del sabor delicioso de un asado, o de un helado de chocolate o de una rica torta o de una morcilla o de un chicharrón, además porque hablamos y decidimos y los perros no lo pueden hacer. Argumentan que si los perros comen carne o comida igual a la nuestra que sus fecales olerán más feo, la verdad popo es popo y todos huele horrible, dicen que si los perros comen nuestra comida se van a enfermar, lo que no es cierto, los míos comen y han comido de todo y están hermosos, además mueren viejos y con los años de expectativa de vida que mueren los que conozco que solo comen concentrados e inclusive de más edad. Los alimentos concentrados para caninos fueron creados por el Inglés James Spratt en 1860 pero solo a principios de 1900 empezó a industrializarse y a Colombia llegaron por allá en los años 60 y sólo en las grandes ciudades y para gente adinerada, entonces los otros 18.500 años qué comían? (según los científicos los perros llevan 19.000 años domesticados) Pues comían carne e inclusive vegetales! y las mismas comidas que los humanos y con seguridad vivían felices y sanos, mucho mejor que los de hoy. La vida de los perros es relativamente corta, es muy escaso que un perro que dure veinte años, entonces les vamos amargar la vida dándoles única y exclusivamente concentrado? no deberíamos!, la calidad de vida es importantísima, no es sólo vivir por nutrirse "bien". El día de un asado no se puede marginar un perro con los olores que generan las carnes en la parrilla unida a la capacidad de percepción olfativa de los perros, sin darles un pedazo bien jugoso, es de lo placentero que tienen para mi los asados, compartir un pedazo con mis perros, sin excesos pero sin restricciones. Los perros no se enferman con la comida "de sal" como comúnmente se conoce, lo cierto del caso es que los perros enseñados a consumir concentrados única y exclusivamente les cuesta un poco enseñarlos a que digieran bien la comida de sal, sus digestivos extrañan y digieren con dificultad estos alimentos, por eso en ocasiones vomitan como mecanismo de defensa, por eso se les debe dar nuestra comida de a pocos, y ojalá bien picada, pero no privarlos de ella; otra situación que se presenta es que cuando prueban la comida de sal empiezan por rechazar el concentrado y este es otro problema que se resuelve mezclando ambas comidas o en su defecto ellos pasan una tarde de hambre y al otro día aceptan el concentrado, es cuestión de manejo pero por esto no se les debe dejar de compartir las delicias de nuestra mesa. Hay que tener cuidado y evitar darles huesos finos y filosos porque se pueden atragantar, pero las cabezas de los huesos cocidos y los huesos grandes con cartílagos y carne pegada les encanta y les beneficia su digestión y salud oral. Uummm la emoción de un perro pegado de un hueso de pezuña de un sancocho o de unos trozos de punta de anca término medio no se comparan con nada de sus vidas. Los perros nos dan demasiado para privarlos de las delicias que ellos con seguridad disfrutan más, es que ellos son zoo técnicamente clasificados como carnívoros no como "concentradívoros". Comer diario lo mismo aburre y desencanta y la vida no es para eso, y si quiere haga el ensayo y coma lo mismo siquiera tres días seguidos para que vea... Pero bueno, los perros aunque se clasifiquen como carnívoros finalmente aprenden a comer de todo y son omnívoros y felices, ojalá vieran a Candy la perra beagle de mi hijo Juan Pablo comiendo mango, zanahoria y manzanas, goza y lo disfruta y es una gorda saludable, graciosa y deportista. El concentrado es un excelente recurso alimenticio para los perros, pero ni es, ni debe ser el único.
En mi vida he tenido varios perros que han hecho parte de mi propia historia y de la de mi familia, "Dino" fue nuestro perro familiar y es muy recordado además por ser el único que tuvimos, (hablo de mi familia paterna), Dino era un perro pinscher negro, bravo y prepotente como son los de esta raza y nos acompañó unos diez años, (comía de todo) terminó su vida en las fauces feroces de un perro grande que atravesó su pecho con unos colmillos inmensos por un problema "de faldas" en una revueltería de la Estrella cerca a nuestra casa. En el tiempo que viví en Panamá tuve una perrita negra cruzada con Pastor Alemán "Blacky" juguetona y bullosa, le enseñé algunos trucos y era muy inteligente pero terminó su vida bajo las llantas de un camión que recogió la leche de la finca donde trabajaba en un horario poco usual 7am porque siempre la recogía al amanecer 4 am horario en que mi perra aún dormía y la mantenía atada, Blacky pasó casi sin pena ni gloria. Después vino "Popeye" que llegó a mis manos porque un teniente de la Policía canina de Panamá me lo regaló después de que su perra tuviera nueve perros y este era el más pequeño que normalmente se sacrifica para no afectar los estándares de la raza, entonces se lo pedí y él aceptó con alguna dificultad porque no era legal regalar perros a los civiles y menos un perro "defectuoso". Popeye era especial por lo pequeño y por lo inteligente, además por lo feo según algunos, aunque yo lo veía hermoso como todo papá ve a su hijo. Era de un amarillo simple y de raza American Pitbull Inglés. Le enseñé algunas cosas de obediencia básica que me enseñó el Teniente Chang (era de descendencia China) y se formó un gran perro, pequeño de cuerpo pero grande de corazón y de inteligencia. Popeye andaba conmigo en moto inclusive a grandes velocidades y en trochas y lo hacía con gran habilidad y alegría, lo montaba en el tanque de la moto y se tenía muy bien aunque en varias oportunidades en las trochas para ir a las fincas donde trabajaba habían muchos huecos entonces volaba sin control a lado del camino y se paraba velozmente a perseguirme hasta que lo montaba de nuevo. Popeye duró conmigo once años y unos meses (y comía de todo) me acompañaba a las fincas casi diario, se acostumbró tanto que desde muy temprano rascaba con sus uñas la puerta como acosándome para que saliéramos, yo a trabajar y el a pasear, se puso tan ansioso que tuve que quitarle el vicio de llamarme diario a las seis de la mañana porque algunos sábados o festivos que no trabajaba Popeye igualmente me despertaba y siempre a las seis, unos minutos antes o después pero no fallaba! Parecía que tuviera reloj; entonces empecé a regañarlo y pronto entendió, después cuando yo salía al patio lo encontraba ansioso, moviendo su cola y ladeándose alegremente para que nos fuéramos en la moto. Popeye llegó al punto de entender que solo se montaba a la moto cuando le daba la orden, que yo le daba cuando prendía la moto, la sacaba de la parcela, cerraba la puerta y me acomodaba el bolso atrás, solo hasta ese momento le ordenaba que se subiera, lo mismo para bajarse, le ordenaba que se bajara cuando faltaban unos dos kilómetros para llegar a la finca de destino y estábamos en caminos poco transitados para que él hiciera ejercicio sin riesgos, yo solo reducía la velocidad le daba la orden y el perro de una se tiraba con una agilidad pasmosa. En las fincas debía decirle y llamarle su atención para que no peleara con otros perros, porque era feliz peleando, le encantaba cuando yo lo mandaba a atacar un perro, yo solo le gritaba con emoción y con un tono festivo y muy familiar para él en estos casos: ¡cojalo allá! y pegaba carrera y a galope tendido agarraba el perro o la gallina o el pato o la cabra o lo que fuera, yo lo enseñé porque en Puerto España el barrio donde viví varios años en Caucasia, a la orilla del Río Cauca, mantenía invadido de cerdos, aves de corral y perros vagabundos que se metían a las casas a buscar comida a hacer sus necesidades y naturalmente era molesto y engorroso, entonces Popeye aprendió a perseguirlos y los ponía a raya! inclusive había un cerdo que se le paraba y se igualaba a pelear con él, haciendo un gesto muy gracioso y particular con su boca, pero finalmente Popeye con su perseverancia de acoso lo hacía retirar. En algunas ocasiones lo hacía perseguir algún perro cansón que sometía con un mordisco certero del que no se quería soltar, Popeye mordía y se quedaba pegado y hasta que yo no lo regañaba con firmeza no lo soltaba. Claro que nunca hirió de gravedad ningún perro ni mucho menos mató a ninguno, pero si era de carácter fuerte y debía controlarlo. Popeye me acompañaba a los súper mercados y como no era permitido su entrada, entonces me esperaba en la puerta pacientemente sin moverse del sitio, solo cambiaba de postura, llegó a esperarme hasta una hora y en ocasiones al salir me tocó despertarlo para que nos fuéramos. Mucha gente lo reconocía y lo quería en el pueblo porque éramos faranduleros los dos, yo exhibía lo que Popeye hacía, como hacerse el muerto y comer sólo cuando le daba la orden, brincar, esperarme o subir y bajar de la moto y la gente gozaba con eso, en las fincas me llamaban a un trabajo y en ocasiones me pedían que llevara a Popeye, había solo un cliente que no lo quería y era porque perseguía sus gatas y se remontaban hasta ocho días de la casa según me contaban. Popeye me acompañó varias veces a Medellín y a la Costa, en el carro se portaba muy bien, tiraba ventanilla mucho rato ladrándole a todo perro que veía, pero si le decía que se callara no ladraba más, se sentaba en el piso del carro en la parte de atrás a dormir y no en el cojín y no se sentía más hasta que llegábamos, ocasionalmente en el camino se paraba y se sentaba repetidamente como nervioso, entonces le detenía el carro, orinaba o defecaba y se subía sin problemas, desayunábamos o almorzábamos juntos en el camino, le encantaban los huevos revueltos como a mí, entonces yo pedía para los dos y se los daba en un plato desechable que dejaba tan limpio como para volver a usar, además le daba pedazos de carne que los cogía directamente de mi boca sin ni siquiera rozarme, solamente diciéndole: ¡pasito! .Para coger gallinas era excelente, porque coger una gallina en un patio es un problema no fácil de resolver y en ese sentido un perro entrenado es muy útil, yo elegía la gallina o el pollo y lo seguía hasta que lo separaba de los demás y en ese momento le gritaba a Popeye Cojalo allá! y el perro ¡de una! se enflechaba a perseguir el animal hasta que lo cogía, además lo enseñé a que no las hiriera, solo a sujetarlas hasta que yo llegara, al principio siempre desgañoto algunas y no las quería soltar, pero se fue puliendo con el tiempo y las enseñanzas.
Popeye empezó a orinar rojo, sanguinolento, orinaba muchas veces y muy lento y con dificultad, empezó a tener problemas renales, le hice varios tratamientos que lo mejoraban algunos meses pero luego recaía, más su estado físico y su estado de ánimo en general no se deterioraban, orinaba sanguinolento y eso me ponía triste. Una vez lo llevé a Medellín donde el Dr. Correa un reconocido Veterinario y amigo, entonces coincidimos que eran cálculos en la vejiga y decidimos operarlo, cuando lo abrimos verificamos que no tenía cálculos ni en vejiga, ni en uretra, ni en uréteres, pero si se encontró algo muy particular un bazo muy grande (esplenomegalia) entonces el doctor Correa decidió sacárselo (esplenectomía). El perro se recuperó de la cirugía perfectamente y dejó de orinar sanguinolento por hay seis meses, hasta que empezó de nuevo con el problema pero sin complicación alguna en su salud general, no todas las orinadas eran con sangre solo algunas entonces opté por dejarlo tranquilo y que llevara su vida sin más antibióticos ni chuzones, el programa diario era observar a Popeye orinando y el resultado del color de su orina, sin pensarlo era una de las razones para estar alegre o algo preocupado. Popeye después de esto fue conmigo a muchas fincas, nos bañamos en muchos ríos y cañadas, comimos innumerables sancochos y asados, paseamos largas horas en chalupas, en aviones, en motos y hasta en caballos lo monté. Amé de verdad ese perro y compartimos muchos años y muchas cosas. En diciembre de 2002 Popeye empezó a enfermar, lo sentí triste y decaído, le hice tratamientos varios y mejoraba a medias, lo bañé, le pase una sonda uretral y no encontré obstáculos, lo desparasité... No quería comer y lo hidraté, lo cargaba horas enteras, consulté al Dr. Correa me recomendó algo, lo traté pero nada... Popeye no respondía, se apagaba. El 17 de diciembre tenía planeado el viaje decembrino para Medellín y me dije Popeye ya no aguanta. Antes de salir le puse en la vena un tranquilizante y un potente analgésico, lo miré por última vez y lo dejé en su casa de material y de plancha que había hecho especialmente para él, cuando iba por Tarazá la empleada de entonces doña Leyla me dijo Llorando por Teléfono: Popeye acabó de morir.
He tenido otros perros importantes en mi vida o mejor dicho de más trascendencia como "Chapulin" un Beagle espectacular que terminó pisado por un carro, me duró seis años (y comía de todo) tuve otra beagle muy inteligente y cariñosa "Oliva"murió en un parto por una rotura uterina y no pude acompañarla en su problema porque estaba en los llanos, también tuve a "Luna" una beagle limón muy hermosa a la que le cuide celosamente su virginidad para hacerla preñar de "Simón" un beagle campeón nacional, tenía todo coordinado pero no fue posible porque un perrito feo y sin raza definida conocidos en nuestro medio como Ch C o chandoso Colombiano, me la cogió mientras dormíamos; como a las tres de la mañana, increíblemente se trepó por la malla de la jaula donde la mantenía mientras le pasaba el celo y claro la montó, Liliana mi mujer oyó los ruidos y me llamó, llevé la pistola para bajarlo a plomo de mi "niña", y los encontré pegados e inmóviles, le apunté pero el temor suplicante de los ojos del perro y mi pasado un tanto mujeriego me recordaron que no debía hacerlo, entonces en su defecto saqué en una jeringa anestesia general, le inyecté intra muscularmente la solución sin ninguna otra precaución, y a los dos minutos vi cómo se fue desvaneciendo y debilitando hasta caer al suelo, lo saque de la jaula y le corté las bolas, a ella le hice un lavado uterino y nunca se pudo preñar porque a los dos meses un carro terminó con su vida. Hubo otros perros que me impactaron como el de mi sobrino Alejandro hoy Médico Veterinario, le regalé un perrito cruzado entre pinscher y fox terrier, se lo compré a un señor de la Apartada que manejaba varias razas de estos perros pequeños y muy bravos! entonces se lo llevé a Alejandro y él con mucha alegría y emoción lo puso Popeye, me imagino que en homenaje al que era mío y que él conoció y quiso . No compartí mucho con este Popeye porque obviamente no vivía conmigo, pero eventualmente que visitaba a mi hermano revisaba el perro y compartía con él, entonces conocía de su bravura y su gran carácter; que perrito tan bravo! si ese perro hubiera tenido más talla pienso que habría sido un problema social. Se enfrentaba al perro que fuera sin importarle el tamaño y las consecuencias, ladraba feroz y obsesivamente desde la terraza donde vivía, al punto de que una vez no aguantó más al paso de unos perros por la calle y fue tanta la rabia y el desespero que se tiró o accidentalmente se cayó, no sabemos exactamente la causa, pero lo que sí fue seguro fue que se cayó de una terraza de no menos de seis metros y lo salvó que amortiguó su caída en los cables de la luz, y claro su agilidad y su poco peso también le ayudaron. Popeye aportó muchas alegrías y experiencias en la niñez de Alejo y sin lugar a dudas fortaleció el férreo amor que tiene por los animales y por la profesión que hoy desempeña.
Otra perra familiar es "Candy", la de mi hijo Juan Pablo una bonachóna, encantadora y gordita, parece ser que el carácter amable y cariñoso de Juan Pablo se plasmó en su perrita, a Candy se la conseguí a mi hijo por el salto de mi perro Chapulin con otra perrita Beagle si no estoy mal de color limón propiedad de la novia de mi amigo Henao. Candy fue entrenada por Juan Pablo y obedece varias órdenes con una alegría que impresiona, se hace la muerta, se sienta, come sólo cuando se le ordena, etc y lo más impresionante en esta perrita es el olfato tan desarrollado, Juan Pablo le da a oler alguna cosa y luego la esconde y le da la orden de que la busque y olfateando y olfateando llega hasta su objetivo sin fallar. Es una caminadora extraordinaria y a pesar de su poca talla y de lo gordita que está sube cada rato hasta la laguna, la parte más alta del municipio de La Estrella, donde no todos suben. Tuvo un parto con cinco perros del que me regaló un hijo "Pablito" me lo llevó Juan Pablo destetado a Caucasia y solo duró un día porque en la finca de un amigo se fue a una piscina nadie lo vio y se nos ahogó. A los meses de su parto la esterilizamos, Candy hoy día sigue igual de hermosa y de fiel.
Los perros de mi hermana Patri son punto aparte, porque el amor y la dedicación con que han sido criados y manejados es muy singular, por la entrega y el amor casi obsesivo como ella maneja esa relación. Aparte de que duermen en la casa y de que mi hermana sufre en carne propia cada uno de sus males como si fueran sus propios hijos, los perros corresponden con emoción y la escogen a ella de entre los demás y entonces esa misma reciprocidad le fomenta más el sufrimiento por ellos. Mi hermana no entiende que los perros son perros y que aparte de la buena comida, el Veterinario y el cariño, los perros no necesitan más, los perros no tienen conciencia, que es el conocimiento claro y responsable de nuestra existencia y de la de los demás, ellos viven a expensas de sus instintos y de las atenciones básicas que les prodigamos, quieren por instinto pero no aman con la sensibilidad del humano, por eso si uno se muere el perro no tiene el umbral mínimo del sufrimiento que tenemos los humanos y reemplaza a su amo por el que le siga en la escala de las atenciones que recibe, porque la memoria de ellos no es como la de nosotros, la memoria de ellos es más reciente más tangible y se asocia a las galletas, a las caricias, a la comida o las inyecciones y los golpes. Los perros no son personas, ellos son perros y como tal se deben de tratar, por ningún motivo se debe maltratar pero tampoco se deben humanizar. Si usted llora por ellos o lo deja de hacer a ellos no les importa, a ellos les importa es la comida, la libertad, el buen trato, estar cómodos, saludables, tener agua limpia siempre, nada tiene que ver con que duerma con ellos o los bese o les compre el collar más lujoso, o usted se desvele por ellos, eso a ellos no les importa y aunque les gusta estar limpios no les emociona oler a perfume ni les desespera oler a mierda, les da lo mismo, ese aseo que les hacemos en la peluquería es más por nosotros que por ellos, ellos son perros!
Los perros de Patri no los conozco a fondo, aunque he pasado algunas días con ellos y he sido testigo de algunos problemas de salud de Tomás el Golden Retriever. Mango es un Cocker Spanils el más necio, inquieto, e incansable perro que he conocido en mi vida, posee un estado físico asombroso al punto de cansar a cuatro o cinco personas que sentadas le tiran toda una tarde un limón o pelota que el perro obsesivamente persigue, es cariñoso y de muy buena clase, además posee una estructura física fuerte y maciza y un olfato increíble. Tomás es un gran perro, amable, noble y leal tiene como 11 años una salud endeble y está falto de energía. Al igual que mango También es un perro muy bien conformado y representa muy bien la raza por su pelaje, su belleza y su porte. Son hermosos perros pero su dueña se funde de amor por ellos inclusive afectando su calidad de vida y ellos son solo perros...
Hoy tengo dos perras "Muñeca" y "Nina" Las dos muy queridas y juiciosas, Nina más joven e inteligente la recibimos de una amiga que recoge perros de la calle y les consigue hogar, llegó flaca y pelada, ya la esterilizamos y la estoy educando y dándole entrenamiento, está muy hermosa a pesar de que es criolla y sin raza definida. Es muy brava y no permite que ningún otro perro o gato se me acerque porque de una los ataca jajaja es muy grosera. Muñeca es otra criolla, pequeña y blanca era de un amigo que ya no la quería, es súper noble y mansa, a los ladrones les saca tinto, como dicen por hay. Nina y yo nos queremos mucho, ya sale conmigo va por muy buen camino y pienso que va a hacer historia en mi vida.
Yo sigo amando y disfrutando los perros llevo con mi sobrino el Dr. Alejandro Calle una campaña de esterilización gratuita que va por los 183 animales entre perras y perros, gatas y gatos y pensamos seguir en eso con el fin de aportar en algo a mejorar la calidad de vida de estos compañeros. No debemos reproducir más perros, debemos adoptar los muchos que sufren y están abandonados y esterilizar que es el mejor regalo para nuestro amigo.
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